martes, 25 de agosto de 2020

Drug War 2012

Drug War es un film muy bien hecho. Si uno lo ve desde un punto de vista más colectivista, da ganas de mudarse a China; en cambio, si se lo ve desde un punto de vista más "libertario", se toma como una excelente película que propagandea la lucha del gobierno chino contra el narcotráfico.

Como siempre, hice una breve introducción con una de las clases de economía austríaca del profesor Huerta de Soto. Pueden saltar esta parte en 18' 45".
¿Por que?
En esta clase, el maestro anarcocapitalista nos enseña el porqué luchar contra la droga perjudica más a la sociedad de lo que la beneficia.

La humanidad siempre tuvo vicios, no es algo que se le haya pegado al homo sapiens en el presente, desde el inicio de nuestra historia, además de la que integramos, muchas especies utilizan narcóticos para evadir la realidad. Si es bueno o malo, no lo sé, solo sé que es así.

La prohibición de de la droga trae consecuencias nefastas como la pérdida de numerosos buenos policías, civiles... Adherido a este problema nos regala jueces, abogados, fiscales y policías corruptos que hacen mucho dinero a costa de transar con diversas mafias y a todo eso, sumarle el baño de sangre que trae combatirla, si la lucha es en serio, obviamente.

La realidad es que el mercado todo esto lo solucionaría con estupefacientes de buena calidad a un mejor precio sin la necesidad de liquidar a su propia clientela en un viaje de ticket de ida; por el contrario, el estado y sus regulaciones, lo único que logran es empeorar la situación y las mafias, que son quienes tienen experiencia de trabajar al margen de la ley, se benefician.



Click en "Watch on Odnoklassniki" para ver.

 

martes, 4 de febrero de 2020

Dororo

Dororo Live Action (2007)

Dororo narra la historia de un jefe de estado que entregó su hijo a 48 demonios antes de nacer a cambio de gobernar el mundo entero. Hyakkimaru, en su lucha por recuperar su individualidad, debe pelear contra el estado y su poder, matando cada uno de los demonios que robaron su cuerpo en partes trozándolo todavía en el vientre de su madre.

Dororo es una niña huérfana que creció como pudo luego de que el estado y la guerra arrasara con su gente y familia, se une a Hyakkimaru por el mero interés que quedarse con la katana insertada en su brazo izquierdo con intención de vengar a sus seres queridos utilizando esta espada.

Un live action adaptado de la historia del gran maestro del manga Osamu Tezuka (Kimba, el león blanco; Astroboy) al que me atreví a añadirle como presentación al Doctor Huerta de Soto como para dar más énfasis al sentido del poder maligno del estado citando las palabras que utilizó para responder al Papa Francisco cuando habló en contra de los amantes de la libertad.

Un film para niños (no esperen algo al estilo Teletubbies) en el cuál, como aditivo, aparece un artista vagabundo que regala la katana de la venganza a Hyakkimaru e impulsa al mismo a exterminar los demonios que asolan su país a cambio de recuperar su individualidad. La historia original es un manga de 1967, convertido en animación por primera vez en 1969 (26 episodios) y por segunda vez en 2019 (24 episodios). Que lo disfruten.

El camarada Don Camillo

El camarada Don Camillo (1965)

Un compañero tractor que funciona de milagro, un alcalde que se va a Rusia, un falso seglar que se infiltra en un viaje, el amor que florece entre personas separadas por la distancia y una historia que nos cuenta los pros y las contras de la tierra soviética con sus prejuicios y su cruda realidad.

El final de una saga maravillosa condimentada por una desopilante pareja de falsos técnicos escapados de la tierra del vodka. Un cierre digno de ver, imperdible.

lunes, 3 de febrero de 2020

GNU/Linux 4 Newbies

GNU/Linux 4 Newbies

Una serie de vídeos acerca del aprendizaje del uso y configuración de Software
Libre.

Don Camillo, Monseñor

Don Camillo, Moseñor (1961)

Cuando la lucha política se mete en el matrimonio, en las decisiones de los individuos que no participan en ella, se pierde el respeto por las reglas del juego.

Volver a su pueblo para enfrentarse a su querido enemigo Peppone, capaz de inventar cualquier historia con tal de pelear contra la fuerza opositora a sus ideas. Sus adversarios, como de costumbre, tampoco se interesan por dejar de lado la demagogia y el manoseo de los más humildes, todo es posible en nombre de la revolución y de la "lucha proletaria". A ninguna de las dos partes le interesa realmente los intereses de los ciudadanos de a pie.

Todo contado con la magia de la pluma de Giovannino Guareschi convertido en celuloide con la maravillosa interpretación de dos grandes como son Fernandel y Gino Cervi.


Don Camillo y el Honorable Peppone

Don Camillo y el Honorable Peppone (1955)

En esta tercera entrega de esta grandiosa saga, el provocador Don Camillo haciendo sus actos malos, como ser dar dinero falso a conciencia, a su vez defiende la propiedad privada de las garras de Peppone el alcalde comunista, pero la defensa de la justicia social de Peppone no es para tal fin, sino para defender su tanque de guerra escondido en una granja.

Como siempre, la izquierda recurre al terrorismo para "cambiar el curso de la historia", lo que la derecha no es menos al ayudarlos en la resolución de sus "inconvenientes más civilizados" al darle la posibilidad de llegar a un cargo público más alto.

Haciendo a un lado sus intereses y miserias, la izquierda y la derecha se ayudan mutuamente a solucionar sus porquerías. Ese tipo de "relación tóxica" que con el paso del tiempo se hacen más fuertes y dependientes una de la otra.


El retorno de Don Camillo

El retorno de Don Camillo (1953)

La verdad, si hay una saga que impacta, es esta. Una saga que no se pone de ningún lado y nos enseña a ver como espectador lo terrible de la política tanto de derechas como de izquierdas.

La segunda parte de Don Camillo nos muestra que nunca es bueno que no haya voces disidentes, la otra opinión siempre sirve. A la vez nos muestra como en su miserabilidad política, ambas partes en oposición están de acuerdo en expropiar la propiedad privada de un individuo para sus fines políticos con la excusa de "pobres los pobres".

Defender la propiedad privada está perfecto, pero actuar de manera mezquina no y perderlo todo caprichosamente por encima del sentido común no tiene sentido, de vez en cuando hay que ceder para ganar a futuro no muy lejano.

Un capítulo muy interesante donde se mezclan las buenas intenciones, las mezquindades y por sobre todo, el interés político.