Don Camillo y el Honorable Peppone (1955)
En esta tercera entrega de esta grandiosa saga, el provocador Don Camillo haciendo sus actos malos, como ser dar dinero falso a conciencia, a su vez defiende la propiedad privada de las garras de Peppone el alcalde comunista, pero la defensa de la justicia social de Peppone no es para tal fin, sino para defender su tanque de guerra escondido en una granja.
Como siempre, la izquierda recurre al terrorismo para "cambiar el curso de la historia", lo que la derecha no es menos al ayudarlos en la resolución de sus "inconvenientes más civilizados" al darle la posibilidad de llegar a un cargo público más alto.
Haciendo a un lado sus intereses y miserias, la izquierda y la derecha se ayudan mutuamente a solucionar sus porquerías. Ese tipo de "relación tóxica" que con el paso del tiempo se hacen más fuertes y dependientes una de la otra.
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